sábado, 10 de septiembre de 2016

Ismael Smith se anticipa a King Kong



El 13 de abril de 1924 Ismael Smith, cinco años después de llegar a Nueva York para avecindarse aquí con su madre y hermanos, traza a lápiz  cuatro dibujos sobre papel grueso en sentido horizontal de las páginas de 32,5 cm. con un tema sorprendente: La Bella y la Bestia. La anotación de la fecha hecha mecánicamente con un aparatito muy común en la época no permite precisar el orden del proceso creativo. En sus  largos años neoyorquinos Ismael utilizaba el lápiz para crear lo que imaginaba o copiaba. Primero con trazo suave que adquiría pronto firmeza hasta su terminación. Sólo si se sentía enteramente satisfecho con la imagen lograda volvía con un nuevo instrumento, la pluma cargada de tinta china, para reforzar sobre las líneas de lápiz lo que quería plasmar. Y por supuesto raramente se decidía a inscribir su nombre con la fecha y lugar. Por eso, creo que su hermano Paco rememorando en su casa de Irvington, solía decir que su hermano nunca terminaba nada. Una evidente exageración que prueba el escaso interés que prestaba al talento de su hermano (Fig. 1)




Fig.1 Mono gigantesco acariciando a una mujer que huye



First: I remain my followers from U.S.A. that Ismael Smith lived and died in New York from 1919 until 1972. Over there he is only remembered for his Ex-Libris or Book- plates.
Ismael Smith era un gran dibujante animalista. Sus cuadernos de apuntes de Barcelona y Paris lo atestiguan. Y las ilustraciones del libro Cabeza de Pato (Ed. Muntañola, Barcelona 1921) realizadas a tinta en 1917 lo prueban suficientemente. Otro ejemplo relacionado con el tema de esta entrada (Fig.4) demuestra su poder de observación y el dominio de su técnica con la tinta china.  Obsérvese en el primer dibujo trazado de primera intención con una seguridad pasmosa pese al difícil encaje  de los personajes en el rectángulo de papel, el cuidado que se advierte en matizar el trato amistoso del gran mono hacia la bella rubia desnuda, su presa . Los dedos, un tanto humanizados,  acarician la cabeza o al menos tratan de hacerlo  mientras su pie derecho casi roza el lindo pie izquierdo de la ninfa . En los otros dos dibujos (Figs. 2 y 3) el gran Mono parece haber descubierto a la  joven que huye en la distancia y en otra pose distinta al primero se entretiene en jugar inocentemente con su presa  sujetándola por los pies. La expresión facial del orangután  en los tres dibujos refleja ilusión en lugar de fiereza. En el primero que es el más acabado casi se diría que el dibujante trata de expresar sentimientos amorosos. En definitiva estamos ante una representación anticipada de lo que supuso en la escena mundial el estreno de la película de la RKO Films King Kong en 1933. El viejo mito del poder atávico del macho sobre la fragilidad de la hembra que tiene un renacer inesperado en algunos cuentos de la literatura francesa del XVIII, como el titulado La Bella y la Bestia de Madame Leprince de Beaumont,  ya había interesado al joven Ismael que plasma en sus primeras esculturas motivos resaltando el contraste entre la bella joven que se deja abrazar por el hombre de manos y cara semibestiales. Por ejemplo El Beso Pareja asomada a un escaparate.   






 

Fig.2 . Gran Mono acariciando los pies de la Bella



Fig.3 El gran Mono persigue a la Bella






Fig. 4. Chimpancé con tazón decorado (proyecto de publicidad)